Introducción a los papeles japoneses

Por poco menos de mil quinientos años, Japón ha estado produciendo papel hecho a mano en un volumen y una variedad que superan a cualquier otro país en el mundo. Washi es el término japonés para papel hecho a mano producido de la manera tradicional (wa = Japón, shi = papel).

Tradicionalmente, la fabricación de papel fue llevada a cabo por familias de agricultores que trabajaban en los meses de invierno para complementar los ganancias del cultivo de la tierra. La fabricación era un esfuerzo cooperativo, continuado a través de varias generaciones. Con los años, sin embargo, se ha convertido en una profesión cada vez más especializada. Cierto número de artesanos que se han destacado debido a su habilidad en hacer el papel superior se les ha designado "tesoro vivo de la naturaleza", "poseedor de una característica intangible de la financiación cultural" por el gobierno de japonés y se les ha asignado un apoyo económico para continuar en este campo y entrenar a otros.

Las fibras utilizadas más conocidas llevan los nombres de Kozo, Gampi y Mitsumata. Cada una de ellas confiere al papel características particulares.

Kozo

A veces llamado "papel mulberry"– es el más resistente y fuerte de los tres, con hilos excepcionalmente largos y resistentes que no se encogen ni se expanden con el uso. Son moldeados fácilmente y conservan su fuerza extraordinaria.

Gampi

Las fibras Gampi son largas, delgadas y brillantes, lo que hace que los papeles sean translúcidos y con una buena resistencia a la humedad.

Debido a la dificultad e incluso a la imposibilidad de cultivarla, Gampi es una fibra preciosa. Posee, además, una particularidad: su savia es tóxica y se le atribuye la propiedad de ser sumamente resistente frente a los daños causados por los insectos.

Mitsumata

Las hojas de Mitsumata tienen una superficie suave, lisa y un aspecto elegante y brillante, y también son naturalmente resistentes a los insectos. En Japón, se utiliza papel mitsumata para la producción de billetes.